El día 24 de octubre es el Día Internacional contra la Poliomelitis, esta terrible enfermedad ante la cual somos más sensibles por atacar a los niños. Aprovechando esta fecha, el Rotary Club del Real Valle de Camargo ha organizado una conferencia divulgativa: “La vacunación como prevención de infecciones”.
Asistieron casi 70 personas, entre los que se encontraban compañeros del resto de clubes rotarios de Cantabria (Santander, Torrelavega y Santander-Sardinero) y de algún otro club español (Lérida). La mayoría fue gente invitada que, además de conocer quiénes somos y qué hacemos en Rotary, aprendió algo de la Polio.
El Dr. Marcos López Hoyos —Jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla— impartió una conferencia muy amena, con ejemplos ilustrativos. Más allá de los datos (350.000 casos de polio en 1988 y 74 en 2015, y sólo detectados en Afganistán y Pakistán) nos ilustró con la historia de la vacunación y los tipos de polio.
“Vacuna” viene de “virus vaccinia”, el virus de la vaca y cómo Edward Jenner en 1796 administró la primera vacuna de la historia. Había observado cómo la viruela de la vaca mutaba en virus mortal al transmitirse al ser humano, aunque —y aquí está el comienzo de la historia de las vacunas— las mujeres ordeñadoras tenían pústulas en las manos pero no sufrían la viruela mortal. Jenner aplicó la primera vacuna a un niño y hoy la salud mundial le debe este gran salto en la prevención de enfermedades.
Se dice que fue Pánfilo de Narváez quien llevó la viruela a América al ir a apresar a Hernán Cortés en Yucatán, e incluso que el emperador Moctezuma murió de esta enfermedad. En 1803 la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, conocida como Expedición Balmis, llevó la vacuna de Jenner a América. Francisco Balmis y José Salvany llevaron a veintidós húerfanos que portaban el virus al otro lado del Atlántico para utilizarlo como vacunas. Los niños hacían de probetas, ya que no había otro modo de conservar y transportar la “vacuna”. Aunque nos escandalice esto hoy, en su día era la única manera de hacerlo. El resultado fue la primera vacunación en masa de la historia: más de 250.000 vacunados en América y la reducción enorme de la viruela en ese continente.
La investigación da otro gran salto con Louis Pasteur y sus estudios sobre la cólera aviar y el ántrax, así como la vacunación con un patógeno debilitado artificialmente… Hasta hoy, en que se sigue avanzando.
De la Polio, el Dr. López Hoyos nos explicó que el 84% de los casos es asintomático, un 10% lleva a una infección como la gripe y en menos de un 5% se dan casos de meningitis asintomática. Tan sólo un 1% afecta al sistema nervioso y lleva a la parálisis. Esta parálisis puede ser de las piernas o puede ser bulbar, que afecta a las neuronas motoras. También que hay 3 serotipos. El Tipo 2 está erradicado desde 1999. El tipo 3 casi también lo está. Es el serotipo 1 el que se resiste a desaparecer. La polio es un virus que induce a la enfermedad, la parálisis. Recordó que su transmisión es a través del intestino delgado y la orofaringe.
En la actualidad, la vacuna de la polio tiene dos modalidades: la tipo Salk y la tipo Sabin. Jonas Salk desarrolló una vacuna que se administra de forma intramuscular, inocula poliovirus inactivados o muertos, previene la parálisis pero no la reinfección, no es útil en epidemias, tiene mayor vida media y no requiere condiciones estrictas de almacenaje y transporte. Por su lado, la vacuna de Albert Sabin se administra de forma oral, emplea poliovirus atenuados, previene la parálisis y la infección, es útil en epidemias, es más fácil de fabricar y más barata, así como de destruir, pero precisa almacenarse y transportarse congelada.
La polio no tiene cura, hay que prevenirla. De ahí la necesidad de la vacuna y la misión de Rotary en todo el mundo para hacerla llegar hasta el último rincón del planeta. Ya queda poco, estamos a “esto” de eliminar esta lacra de la faz de la Tierra. Gracias, Rotary. Adiós, Polio.